Robert Hamer es recordado fundamentalmente por su anómala aportación al canon de la comedia Ealing: Kind Hearts and Coronets (Ocho sentencias de muerte, 1949).
No obstante, tuvo una carrera anterior bajo la tutela de Alberto Cavalcanti y otra posterior dentro y fuera del estudio de Michael Balcon y en los inicios de la televisión privada en Gran Bretaña. Francófilo y excelente persona a decir de sus contemporáneos, sus problemas con el alcohol le impidieron terminar su última película como director, School for Scoundrels (1960), que, paradójicamente, produjo beneficios en su estreno estadounidense. Es por esta época cuando se sitúa la anécdota apócrifa que lo relaciona con Vittorio De Sica.
Separado de su mujer, la actriz Joan Holt, Hamer se ha trasladado a vivir al piso de la montadora y guionista Pamela Wilcox en Chelsea a principios de 1958. Juntos viven días de vino y rosas. La ratificación de su relación habría tenido lugar en una iglesia del barrio londinense de Chiswick, aunque otros sitúan la anécdota en el cementerio. El oficiante es Vittorio De Sica.
A falta de poder cotejar las fechas con exactitud, aventuramos que la ceremonia podría haber tenido lugar durante el rodaje londinense de The Millionairess (La millonaria, Anthony Asquith, 1960).
domingo, 6 de diciembre de 2015
una aventura apócrifa de vittorio de sica
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