domingo, 13 de septiembre de 2015

el guionista georgiano de i girasoli

Para redactar los diálogos en ruso de I girasoli y dar verosimilitud a las escenas que allí tienen lugar Carlo Ponti acuerda con el Mosfilm soviético la contratación del guionista georgiano Giorgi Mdivani. Cuando De Sica llega a Moscú en mayo de 1970 el escritor se presenta al maestro y declara, expansivo, que los georgianos son los napolitanos de la Unión Soviética. No deja de tener razón: la escena en la que Antonio se muda con su nueva familia a los pisos de un suburbio de Moscú tienen un fuerte gusto partenopeo.

A De Sica no le convence la escena que ha escrito –probablemente aquélla en la que Antonio le comunica a Mascia su intención de volver a Italia– por encontrarla empalagosa: “toda dulzura, espíritu de sacrificio, generosidad, devoción... el cine ruso está hecho con estos mimbres”. Opta por reducirla a una sola frase y le dice al georgiano que ha sido al leer esta única línea de dialogo cuando ha comprendido el sentido de la escena, de modo que ha decidido quitar todo lo demás para realzarla.

Su capacidad de manipulación no es una habilidad que reserve exclusivamente para la dirección de actores. Pero es que a estas alturas De Sica es un todoterreno que, para colmo, se siente traicionado por Zavattini y Tonino Guerra, que se han doblegado a todos los caprichos de Ponti.

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