sábado, 20 de septiembre de 2014

la ciociara y el color




Las nubes impiden mantener la necesaria continuidad entre planos y es necesario rodar algunas escenas en varias fases. Frente a la carretera polvorienta en la que Cesira expone su ignominia ante los oficiales franceses, el rincón recóndito del arroyo donde Rosetta ha bajado a lavarse. Esta escena se rueda en el río Aniene, muy cerca de Roma.

De Sica se lamenta de que la película no sea en color: “¡Amarillos de Van Gogh, rojos de Manet, grises y blancos de Pissarro!".

Algunos de los títulos en los que ha participado como supervisor –como Pan, amor y... o Pan, amor y Andalucía– se han rodado en color, pero oficialmente tendrá que esperar hasta el rodaje de su episodio de Boccaccio 70 para abandonar el blanco y negro.

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