domingo, 28 de septiembre de 2014

de sica y zavattini



El recuerdo de ambos sobre el momento en el que se conocieron es confuso: a veces señalan que fue en Milán, a veces que en Verona. La fecha concreta es todavía más enigmática, pues en cada entrevista se dan años diferentes.

Nos quedaremos con la versión según la cual los presenta Aldo Franci en 1939 porque De Sica admira profundamente la originalidad de Parliamo tanto di me. El escritor le pide que tome asiento y el actor, azarado, lo hace sobre un cuadro recién pintado. Su amistad queda así sellada. En breve, Zavattini se trasladará a Roma y De Sica se acordará de él cuando se atasque en la escritura de Nacida en viernes, aunque colaborará en la escritura de varias escenas y gags.

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