Cameos más o menos vistosos aparte, Vittorio De Sica aparece en algunos títulos de manera, diríamos, involuntaria. Uno de ellos es
Tuppe tuppe, marescià! (Carlo Ludovico Bragaglia, 1958), continuación del filón
Pane, amore e... por parte de la Titanus y del guionista Ettore Maria Margadonna. La operación es lo que hoy llamaríamos un
spin off, pues toma al
carabiniere Stelluti (Roberto Risso) de las dos primeras entregas y lo promueve a
maresciallo. Por supuesto, su maestro en la vida ha sido el
maresciallo Carotenuto (De Sica) y en consecuencia le rinde homenaje cuadrándose ante su retrato después de ponerse el nuevo uniforme.
Algo similar ocurre en
Eva (Josph Losey, 1962) donde su presencia en el Festival de Venecia con motivo de la presentación de
Il Giudizio Universale es recogida en plano general como arquetipo de la
dolce vita.
También nos hemos encontrado con su efigie en el tráiler del filme-encuesta
Comizi d'amore (Pier Paolo Pasolini, 1964), aunque sus respuestas a las preguntas de Pasolini sobre el sexo en la Italia contemporánea no aparecen recogidas en el montaje final de la película.