domingo, 12 de enero de 2014

darò un milione



Darò un milione arranca cuando dos hombres se arrojan al mar al mismo tiempo. El primero es un pobre de solemnidad, sin nada que echarse al coleto, que se ata una piedra al tobillo buscando una muerte rápida. El segundo, el millonario Gold se lanza al agua desde su yate, aburrido del dinero y de la hipocresía de sus invitados. El millonario salva al pobre y le propone intercambiar sus ropas tras asegurar que sería capaz de dar un millón a quien fuera capaz de ofrecerle un gesto amable desinteresado. Cuando la historia llegue a la prensa –francesa, que el fascismo no admitía que hubiera pobreza ni intentos de suicidio en Italia– la codicia de los lectores crea el enredo.

Merece la pena imaginar la película tal y como fue concebida en un principio. Porque el papel del pobre intercambiado estaba pensado para el inconmensurable Totò, ya gran estrella del varietà, en lo que hubiera sido su primer papel para la gran pantalla. La prueba funcionó estupendamente, pero las ilusiones del equipo cayeron por tierra cuando el actor decidió continuar con su carrera en el avanspettacolo y posponer por el momento su dedicación al cine. Tampoco tuvo éxito la propuesta de sustituirlo por Erminio Macario, pero siempre quedará la idea de Cesare Zavattini de proponer el papel a Buster Keaton, desterrada poco después por el novel guionista al prever la deriva slapstick que hubiera cambiado radicalmente el proyecto. Luigi Almirante, antiguo compañero de escena de De Sica, terminaría interpretando al mendigo.